Aún de duelo por los 44 tripulantes del ARA San Juan, que fue encontrado hace tres meses a 900 metros de profundidad en el Atlántico Sur, el Gobierno no descarta la posibilidad proveer a la Armada argentina un nuevo submarino para la custodia de las aguas nacionales.
Según una investigación que realizó Infobae, en las últimas semanas hay coincidencias tanto en el Gobierno como en el sector castrense de que la administración de Mauricio Macri encare el proceso de reestablecimiento de un buque para la Argentina.
Los momentos relevantes en la cronología del ARA San JuanEl argumento central es que desde que se hundió el ARA San Juan, el 15 de noviembre de 2017, el país no cuenta con un submarino en mar; mientras que los demás países cercanos poseen este tipo de embarcaciones.
Comprar un sumergible a otro país resulta impensado hoy para el Gobierno ya que esto requeriría de no menos de U$S 250 millones.
La otra posibilidad sería la restauración del ARA Santa Cruz, que tiene las mismas características que el San Juan: son de clase TR 1.700 y su poder de despliegue en el mar es el mismo. La reparación de este buque rondaría U$S 20 millones según consignaron a Infobae en Tandanor, en el Ministerio de Defensa y en la Armada.
A su vez, la última vez que estuvo en el mar fue en 2015 y se trata de una embarcación donde los marinos que hoy reciben capacitación estarían familiarizados con ese tipo de tecnología.
"La modernización puede llevar dos años. Hay voluntad política de hacerlo porque el submarino es un arma táctica insustituible para el cuidado de los recursos en el Atlántico Sur", explicó un allegado al ministro de Defensa Oscar Aguad.
En tanto, Luis Riva, el secretario de Investigación y Producción para la Defensa del Ministerio que está a cargo de Tandanor, FADEA y Fabricaciones Militares dijo a Infobae que "Tandanor está en condiciones de terminar la reparación del submarino ARA Santa Cruz que hoy está en el astillero, con un costo de unos $ 700 millones, incluyendo varias actualizaciones y mejoras. En dos años podría estar navegando y sería la forma más rápida y económica para que la Argentina vuelva a disponer de un submarino".
A la vez, la Marina explicó que "un submarino contribuye al control de los espacios marítimos. Un país con un mar del tamaño y características del nuestro requiere de medios idóneos como los submarinos. Esta visión viene desde los años 30 con la primera incorporación de submarinos al país. La Armada no tiene dudas sobre la necesidad de contar con submarinos para ejercer las responsabilidades que el país le demanda dentro del instrumento militar de la Nación".
La otra cara del problema: la capacitación
Desde la Armada aseguran que cuentan con una capacidad humana para tener personal que puede manejar tres submarinos al mismo tiempo y que actualmente existen convenios con Perú, Alemania y Australia para que los marinos sigan capacitándose para no perder tiempo y actualización.
Pero todo tiene un límite: si en lo inmediato la Argentina no logra tener un submarino en mar, los conocimientos y capacitación podrían sufrir inconvenientes ya que se estima que adiestrar a un comandante de un submarino puede llevar unos 30 años.
Entre las funciones que ejercía el ARA San Juan y que hoy se perdieron porque la Armada no cuenta aun con un nuevo submarino en el mar figuran: la capacidad de patrullaje disuasivo para la preservación de recursos naturales y la defensa ante eventuales amenazas externas.
Está claro que la flota argentina hoy puede lograr un patrullaje mínimo en las aguas territoriales ya que cuenta con seis corbetas, cuatro destructores, tres buques científicos y otras cuatro lanchas de patrullaje que se adquirieron a Francia. Sin embargo, el mar argentino es extenso y el radio de influencia de la Armada en las aguas internacionales superan dos veces el territorio de la Argentina.